Este año también hemos participado en el calendario benéfico de la Asociación Adinor, que realiza actividades con niños discapacitados, junto con la Asociación Econciencia, que trabaja a través del voluntariado por la protección de los animales. Así fué como reunimos para realizar la sesión de fotos a un grupo de niños super especiales junto a un grupo de perritos super especiales también.
Algunos de los protagonistas perrunos apenas tenían unas semanitas de vida y sus cuidadoras tenían especial cuidado de que no se enfriaran, puesto que las fotos las hicimos en noviembre, y ya refrescaba. Ellas metían a los cachorritos dentro de sus abrigos, bien pegaditos a ellas para que mantuvieran su calor, y sólo los sacaban unos minutos, el tiempo justo de hacer la foto, que ya estaba preparada previamente a falta de colocar al perrito en su sitio.
Con los perros más grandes fue muy diferente. Eran animales jóvenes, inquietos y juguetones, pero sorprendía ver lo bien que se portaron para las fotos, incluso lo cariñosos y pacientes que fueron con los niños, a pesar de que no se conocían.
Fue una bonita experiencia para nosotros el comprobar por un lado la atención y cuidado que les daban los voluntarios de Econciencia a estos perritos, mientras esperaban que alguien los adoptara. La sensación era como si ellos fuesen sus dueños, y ver la alegría y cariño de los animales hacia sus cuidadores no podía dejar a nadie indiferente.
Por otro lado estaban los niños. Unos respondían a nuestros comentarios y otros permanecían en su mundo interior, pero todos tenían la enorme capacidad de dar cariño a los cachorros que les poníamos entre las manos. Los cogían y acariciaban con especial cuidado, llegaba a ser emocionante comprobar que aunque no sepan o no puedan comunicarse con normalidad, la capacidad de dar cariño permanece intacta.
Ha sido para nosotros un placer compartir con todos ellos una tarde y poder rescatar momentos inolvidables con nuestras fotos.